Compartimos algunos consejos generales para Solución de problemas. en particular algunos que te servirán de mucho para resolver realmente los problemas de tu interés. Ten en cuenta que algunas de las ideas son lo suficientemente importantes, recuerda repasarlas.
Práctica, práctica y más práctica
Es imposible resolver problemas de matemáticas correctamente con sólo leer y escuchar. ay que resolver todos los problemas que puedas. Cuanto más practiques más sencillo será encontrar la solución a problemas de matemáticas.
Cada problema tiene sus propias características y es importante haberlo resuelto de muchas maneras antes de abordar el examen. No hay forma de escapar a esta realidad, para hacerlo bien en un examen de matemáticas necesitas haber resuelto MUCHOS problemas matemáticos de antemano.
Lee el problema
Lee el problema para hacerte una idea de lo que se te pide que hagas. Esta es una de las mayores fuentes de pérdida de puntos que he visto en la clasificación. Demasiados estudiantes sólo rozan el problema y asumen que saben lo que está pasando y lo que se les pide que hagan.
Lee el problema de nuevo
Ahora que saben lo que se les pide que hagan, lean el problema de nuevo. Esta vez toma nota de lo que se te da y lo que necesitas encontrar. También asegúrese de que entiende exactamente lo que se le pide que haga.
Anota claramente lo que se le pide que encontrar. Escribe hasta que te quede clara toda la información que te han dado.
Dominar los conceptos clave
No intentes memorizar los procesos. Esto es contraproducente. Es mucho mejor y gratificante a largo plazo concentrarse en la comprensión del proceso y la lógica que está en juego. Esto ayudará a entender cómo debes abordar tales problemas en el futuro.
Recuerda que las matemáticas son una asignatura secuencial, por lo que es importante tener una firme comprensión de los conceptos clave que sustentan un tema matemático antes de pasar a trabajar en otras soluciones más complejas que se basan en la comprensión de los fundamentos.
Comprende tus dudas
Intenta averiguar lo que vas a necesitar para resolver el problema. Identifica las fórmulas que pueden ayudarte. Mira si hay algún paso/respuesta intermedia que será necesaria para llegar a la respuesta final.
A veces puedes quedarte atascado tratando de resolver parte de un problema de matemáticas y te cuesta pasar a la siguiente etapa. Es común que muchos estudiantes se salten esta pregunta y continúen con la siguiente.
Deberías evitar hacer esto y en su lugar pasar tiempo tratando de entender el proceso de resolver el problema. Una vez que se ha comprendido el problema inicial, se puede utilizar como un paso para avanzar al resto de la pregunta.
Dibuja un diagrama
Si es apropiado, dibuja un diagrama y etiqueta lo que sabes y lo que necesitas encontrar. A menudo los diagramas sugieren la técnica de solución, así que es una buena idea adquirir el hábito de dibujarlos.
Trabaja un problema similar
Si no puedes resolver el problema, busca un problema similar que sea más simple. Trabaja esto y luego regresa y compara lo que hiciste en el problema más simple con el problema que se te pide.
Revisa tu solución
¿Está la respuesta en la forma adecuada? ¿Tiene sentido tu respuesta? Si es posible, vuelve a conectar tu respuesta al problema original como una comprobación.
Vuelve a revisar el problema
Una vez que estés satisfecho con la respuesta correcta, vuelve a revisar el problema. Identifica los conceptos/métodos/fórmulas que se utilizaron para el problema.
Intenta comprender por qué estos conceptos/métodos/fórmulas se utilizaron en este problema. Busca las características de identificación que te ayudarán a identificar este tipo de problema en el futuro.
Aplicar la Solución de problemas a problemas del mundo real
En la medida de lo posible, trata de aplicar la Solución de problemas al mundo real. Las matemáticas pueden ser muy abstractas a veces, por lo que buscar una aplicación práctica puede ayudar a cambiar su perspectiva y asimilar las ideas de manera diferente.
La probabilidad, por ejemplo, se puede utilizar en la vida cotidiana para predecir el resultado de algo que ocurre y determinar si quieres correr un riesgo, como por ejemplo si debes comprar un billete de lotería o apostar.